Luego del almuerzo, la fecha 12 nos dejaba una cita a las 16.30 con el fútbol y nada menos que con Boca y River enfrentándose reeditando un nuevo clásico; el clásico más grande de la historia argentina. Pensando en el campeonato local, River saltó a la Bombonera con la siguiente alineación: Barovero; Mercado; González Pirez; Balanta; Vangioni; Sánchez; Ledesma; Ponzio (Cirigliano); Lanzini; Iturbe (Mora); Funes Mori (Luna). Apenas empezado el partido, Iturbe recibió y giró ante la marca xeneize descargando a Sánchez que envió un centro preciso a Lanzini que cabeceó cruzándola al primer palo y poner el 1 a 0 para los de la banda. Desde ahí otro partido se armó, empezando a sentir la asfixia del local que con coraje lo arrinconaba contra su área pero en cada contra River parecía encontrar o merodear el segundo gol, que nunca llegaría. Luego de un desborde de Iturbe por la izquierda y un centro al área, Sánchez apareció por el segundo palo solo y de sombrerito envió la pelota al lado del palo de Orión. Luego llegaría el empate de Boca con Silva (nos lo comentará Leonardo en la otra parte). Así finalizaba la primera parte y con ella lo mejor de un partido chato y malo. Para el segundo tiempo, Ramón decidió que a los pocos minutos saldrían Ponzio e Iturbe; pero no pasaría nada importante para los visitantes, que perdieron la pelota y no lograron conectar ninguna contra de peligro para los auriazules. Solo sobre el final del partido, River tomó la riendas del partido pero de nada sirvió para cambiar la historia de un partido malo.
Para destacar (bueno y malo) fue que los hombres de Bianchi casi no pudieron marcar la diferencia en ataque; y que River generó (por sobre todo en el primer tiempo) chances para ganarlo además de mostrar que quiso ir al frente, le sigue faltando claridad en el partido para ganarlo; luego no supo como hacer para recuperar el balón. Lo mejor de River: Balanta (nuevamente), Ledesma, Lanzini (Primer Tiempo) y algo de Iturbe. Ponzio no pudo ser el hombre claro que lo caracteriza; Funes Mori sigue con su karma de cara al arco y Vangioni no pudo desequilibrar por la banda izquierda aunque puso mucha garra para defender y de a poco se va ganando un hueco en el corazón gallina. Así como ante Quilmes; River perdió dos puntos por no aprovechar sus oportunidades; y el clásico perdió su brillo a medida que factores de afuera iban ocupando el papel principal de la tarde. River empató y pudo haberlo ganado e el primer tiempo; en el segundo se dejó llevar por delante y se resignó a un empate merecido para ambos equipos.
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