Europa, América y todo el mundo del fútbol se detenía para ver un partido con mucha historia, con rivales encontrados y con sed de venganza. Por primera vez en mucho tiempo, una final de la Supercopa de Europa se basaba en lo que se encontraba en el banco de suplentes, claro no era para menos, sino un nuevo capítulo de una rivalidad tan grande como la de Messi vs, Cristiano Ronaldo. Lejos en el tiempo que empezó esta rivalidad entre Guardiola y Mourinho y el destino les da la posibilidad de volver a encontrarse, tal como dos leyendas boxísticas en el mismo casino, ring y hora peleando por la corona.
No era un misterio saber como afrontarían el partido, uno manejaría la pelota como primer mandamiento de su doctrina, mientras que el otro se refugiaría en su campo para aprovechar los espacios que el otro deje; eran el Bayern y el Chelsea, respectivamente.
Dos escuelas diferentes, con distintas sedes geográficas, incluso en la historia. Uno lleva décadas de fútbol, éxitos y con grandes jugadores formados en sus canteras, representan el orden y esquema alemán; son leyenda viviente y su nombre representa años de los mejores logros y de pelear hasta último tramo en todas las competencias. El otro es la escuela que apareció a principios de siglo, terminando de explotar gracias a un inversor, es el capricho de Abramovic, un equipo formado a golpe de billetera pero no por eso menos efectivo y competitivo que su rival de turno.
Luego de la fiesta previa, el partido daba comienzo y el libreto que teníamos no desentonaba ni en una coma con el que veíamos en la cancha. Bayern manejaba la pelota y trataba de vulnerar las líneas defensivas; sin embargo en la primer contra "blue", Hazard desparramó jugadores y habilitó a Schurle que le cedió el gol a Torres.
Temprano se le quemaban los papeles a Guardiola, aunque sabía que esto no iba terminar así nomás. Todo el Bayer estaba tirado al ataque y trataba de encontrar el empate, pero ni el mejor jugador de Europa podía vencer a Cech. El primer tiempo terminaba, pero no las emociones. En el segundo, apenas comenzado, Ribery se encargó de calmar a la gente roja y con un remate desde afuera del área ponía el empate y se lo dedicaba a Guardiola.
Bayern mantenía la pelota y asomaba por el área, pero las mejores jugadas eran del Chelsea, que merecía un poco más pese a que Cech era la clara figura del partido. Todo indicaba que esto iba a tiempo extra y para más emoción, Ramires abandonaba la cancha por expulsión dejando a los de Londres con uno menos. El árbitro marcó el circulo central y nos dejaba 30 minutos de fútbol más. Apenas empezado, el descollante Hazard se encargó de poner el 2 a 1 con la ayuda de Neuer, con otro remate desde lejos luego de esquivar la marca.
Chelsea se replegaba más todavía y el Bayern buscaba, a través de todos los medios, conseguir el empate y llevarlo a los penales como mínimo. Y cuando a gente de azul festejaba en el minuto final, Javi Martinez se vio beneficiado por un rebote en su compañero Dante y con el arco a su disposición puso el empate en el minuto final; como una final lo pide con emociones y sin respiros.
El pitazo sonaba y nos aprestábamos a ver una definición no apta para cardíacos, pues en ambas plantillas habían grandes pateadores y en los arcos, dos especialistas. A tal punto que al punto penal habían llegado con 100% de efectividad en ambos equipos y para el Chelsea definía Romelu Lukaku. Antes, Shaqiri convertía con cierto susto pues Cech no pudo terminar de despejar; luego la presión caía sobre el delantero "blue" quien no pudo soportarla por lo que remató débil y anunciado para que Neuer se quede con la pelota y le de la primera copa a Guardiola en su nueva etapa.
Sin más palabras, lo Copa terminaba y el Bayer se quedaba con toda la gloria a pesar de estar a un minuto de perderlo todo. Bayer suma otro título, Guardiola sigue sacando diferencias sobre Mourinho y, los rojos pueden sacarse la espina de la final perdida en su cancha contra el mismo rival.
Fuentes:
* https://www.facebook.com/notifutbolweb?fref=ts
* http://www.tycsports.com/notas/83703-festejo-el-bayern-y-pep
No era un misterio saber como afrontarían el partido, uno manejaría la pelota como primer mandamiento de su doctrina, mientras que el otro se refugiaría en su campo para aprovechar los espacios que el otro deje; eran el Bayern y el Chelsea, respectivamente.
Dos escuelas diferentes, con distintas sedes geográficas, incluso en la historia. Uno lleva décadas de fútbol, éxitos y con grandes jugadores formados en sus canteras, representan el orden y esquema alemán; son leyenda viviente y su nombre representa años de los mejores logros y de pelear hasta último tramo en todas las competencias. El otro es la escuela que apareció a principios de siglo, terminando de explotar gracias a un inversor, es el capricho de Abramovic, un equipo formado a golpe de billetera pero no por eso menos efectivo y competitivo que su rival de turno.
Luego de la fiesta previa, el partido daba comienzo y el libreto que teníamos no desentonaba ni en una coma con el que veíamos en la cancha. Bayern manejaba la pelota y trataba de vulnerar las líneas defensivas; sin embargo en la primer contra "blue", Hazard desparramó jugadores y habilitó a Schurle que le cedió el gol a Torres.
Temprano se le quemaban los papeles a Guardiola, aunque sabía que esto no iba terminar así nomás. Todo el Bayer estaba tirado al ataque y trataba de encontrar el empate, pero ni el mejor jugador de Europa podía vencer a Cech. El primer tiempo terminaba, pero no las emociones. En el segundo, apenas comenzado, Ribery se encargó de calmar a la gente roja y con un remate desde afuera del área ponía el empate y se lo dedicaba a Guardiola.
Bayern mantenía la pelota y asomaba por el área, pero las mejores jugadas eran del Chelsea, que merecía un poco más pese a que Cech era la clara figura del partido. Todo indicaba que esto iba a tiempo extra y para más emoción, Ramires abandonaba la cancha por expulsión dejando a los de Londres con uno menos. El árbitro marcó el circulo central y nos dejaba 30 minutos de fútbol más. Apenas empezado, el descollante Hazard se encargó de poner el 2 a 1 con la ayuda de Neuer, con otro remate desde lejos luego de esquivar la marca.
Chelsea se replegaba más todavía y el Bayern buscaba, a través de todos los medios, conseguir el empate y llevarlo a los penales como mínimo. Y cuando a gente de azul festejaba en el minuto final, Javi Martinez se vio beneficiado por un rebote en su compañero Dante y con el arco a su disposición puso el empate en el minuto final; como una final lo pide con emociones y sin respiros.
El pitazo sonaba y nos aprestábamos a ver una definición no apta para cardíacos, pues en ambas plantillas habían grandes pateadores y en los arcos, dos especialistas. A tal punto que al punto penal habían llegado con 100% de efectividad en ambos equipos y para el Chelsea definía Romelu Lukaku. Antes, Shaqiri convertía con cierto susto pues Cech no pudo terminar de despejar; luego la presión caía sobre el delantero "blue" quien no pudo soportarla por lo que remató débil y anunciado para que Neuer se quede con la pelota y le de la primera copa a Guardiola en su nueva etapa.
Sin más palabras, lo Copa terminaba y el Bayer se quedaba con toda la gloria a pesar de estar a un minuto de perderlo todo. Bayer suma otro título, Guardiola sigue sacando diferencias sobre Mourinho y, los rojos pueden sacarse la espina de la final perdida en su cancha contra el mismo rival.
Fuentes:
* https://www.facebook.com/notifutbolweb?fref=ts
* http://www.tycsports.com/notas/83703-festejo-el-bayern-y-pep
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